Arropaba mi sonrisa sobre húmedas sábanas
exhausto,
transpirado,
aun jadeando.
Entre largos parpadeos tu imagen se desdibujó
y en aquella niebla solté tu mano,
sabiendo que allì estabas:
alambique de pasiones
mas entregabas
mas ardía.
gota a gota
poro a poro
saliò todo de mi.
Subiendo,
girando en el continuo espiral,
me fui depurando,
fui concentrando lo mejor de mi.
Luego de una caida libre
sentí el encierro
vi como girabas la tapa:
mi única salida;
y me dejaste aquí.
Esperando,
ansiando,
que cuando la puerta
de este botiquin se abra nuevamente
llegue mi turno,
y me elijas,
entre todas tus drogas preferidas.