Hace ya 6 años!!! y aún vigente... o... ¿mas vigente que nunca?

Aquí en el Oeste, julio de 1999.


Estimado señor:

A pocos días de llegar al cuarto de siglo me es inminente formular un balance exhaustivo de lo vivido.
Obviamente tanto mi entrada en escena como los primeros pasos han dejado marcas difícilmente recordables aunque quizás si reconocibles. Uno despierta lentamente del sueño de la inexistencia. Poco a poco fui tomando consciencia y aprendiendo a vivir. Midiendo lo que me daba placer con lo que era permitido, lo que me causaba daño con lo que debía hacer.
Tal vez nací sabiéndolo todo y luego lo fui olvidando, reaprendiendo a moverme y a existir en un nuevo escenario que no elegí ¿o si?. De todos modos acepté y ni siquiera en los sueños paro. Creo que no dejé de vivir ni un solo segundo, lo que no garantiza que vaya siempre hacia delante. Confieso que le debo mucho a mis padres. Ellos me dieron una visión especial de todo. Además de la vida, me pasaron sus alegrías y sufrimientos, su inocencia y protección. Solo le preocupaba que tengamos un futuro cierto... pero el futuro que ellos creían lejos es este presente y las certidumbres hoy en día no son mas que utopías.
Siempre a través de la observación y de repetir cosas que aún no entiendo para que sirven, me fui manteniendo en el medio, pues alguien que observa sabe que el otro también tiene su razón o parte de ella. No pude nunca quedarme con una sola verdad. Siempre y cuando me entero que otro piensa distinto, mi cerebro analítico lucha con las creencias.
Dentro mío se enfrenta la racionalidad científica que busca explicar matemáticamente la energía que despliega en mi ver como un pimpollo se abre con las gotas del rocío y el misticismo espiritual que lleva al hombre a torturar y matar solo por poder y dinero.
Camino solo; pruebo y me equivoco. Donde estaba el error ahora está la certeza o hasta conviven en la misma visión.
¡Hay señor! si yo supiera que debo estudiar, trabajar, casarme y tener hijos para alcanza la sabiduría que veo en la naturaleza. Si yo supiera que entregarse a la ambición del poder me permitiría comprender la poesía que el arroyo le susurra a la sierra, que Dios es el producto de Pi por radio al cuadrado y que el amor no es mas que una alteración neuronal que produce la activación de la glándula productora de bilirrubina... Creo que de saberlo señor, que de solo imaginarlo ya nada tendría sentido.... Sin la magia yo no la habría conocido, no fue una ecuación la que nos dividió. La ley de gravedad no explica que yo haya caído en el olvido, ni que allá lejos, inalcanzable, flote en otra galaxia la estrella que me ilumina.
Esta anomia sentimental no se produjo con la concentración del capital ni por las multinacionales que se instalaron. No señor, va mas allá. Traspasó los neutrones, destruyó el núcleo y sin embargo conserva toda su energía.
Después de todo, si hay algo que me enseñaron estos veinticinco años es a amar, y yo nunca dejé de amarla
El tiempo dirá señor, solo el tiempo.
Lo saludo muy atte.

Un tal Odin, ahora Ghost.