Tuesday, June 07, 2005

La media, edad.

OK. No es para disculparme ni excusarme pero lo mío no son las crónicas. Y si bien las musas entregan sus jugos a cambio de pasiones, nostalgias, odios, amores y ese tipos de contingencias, hoy lo mío nace de la pestilencia. No esperen la compañía de ningún Rimbaud por aquí porque son repugnancias leves. Ni siquiera tiene la tentación de algún infierno ni la satisfacción del haber llegado a él. Simplemente Buenos Aires apesta. Se que quejarnos es deporte nacional pero lo que estamos padeciendo en estos momentos no dejaría estoico ni al mas sublime de los Caballeros.
Estamos hacinados en una vaporera. Pegajosos, pestilentes, achatados. Como transportado en tiempo y lugar, vivo en aquellos castillos inmundos de la edad media. De afuera se ven sus imponentes torres, su opulencia, su radiante esplendor. Adentro están sus tesoros, muebles únicos en lujuriosos salones. Lo habitan Finos Nobles e Hidalgos que lucen sus impolutas vestimentas mientras son acicalados y atendidos por sirvientes, plebeyos, esclavos y la mayor variedad de meretrices que se puedan imaginar. ¿A donde me lleva todo esto? A que en los días como hoy este castillo muestra sus mas cínicas indulgencias. Los pasillos brotados de humedad expelen la mugre acumulada. Las enfermedades se propagan desde el mas desnutrido de los siervos hasta el mas rozagante hijo de burgués. El hedor de los sumideros se entremezcla con el de las excrecencias corporales de todos los habitantes. No alcanzan nuestros extensos baños excedidos en agua clorada. No hay perfume Francés que haga valer su prestigio. No hay reminiscencias de pulcritud.
Pero, lo peor de todo y lo que peor me trae: ni siquiera hay lugar para la mas lasciva de mis fantasías; porque vos no estás acá.

5 Comments:

Blogger Dra. Kleine said...

Mi querido Odin, los sentires en muchos casos se mezclan con olores, yo qué te podré decir cuando entremezclados se forma una nostalgia-ansiedad.

Si vos no estás acá, también mi ciudad lamenta mucho eso!

07 June, 2005 11:16  
Blogger Unknown said...

el sentimiento de la nostalgia resbala y nos llena con su terrible humedad, salada, constante, casi un insulto al sentimiento...pero quiza y solo quiza un buen baño de cercanía pueda ayudarnos.

Un sorpresa seguir el camino del vino y descubrirte.

08 June, 2005 00:10  
Anonymous Anonymous said...

Qué dices mi amigo, está bien formado tu texto, nadie se puede quejar, “Buenos Aires apesta”, paradójico ¿No? Eso sucede con las grandes urbes, entre más grandes mayor será el grado de contaminantes que posean; ahí También pulula la decadencia humana en medio de las bellezas arquitectónicas de ayer y hoy. Tienes toda la razón, todos vamos impregnándonos de sus aromas.

Como dice Merlot, la literatura es de quién la lea (hacer el favor de no interpretarla literalmente), te felicito y espero poder leer otras de tus insteresantes opiniones y, de esa manera, disfrutar de tu estilo literario. Saludos cordiales.

08 June, 2005 00:39  
Anonymous Anonymous said...

Piel alejate de mi fantasma YAAAAAAAAAAAAAAAA...ahora si estoy sufriendo... Regresa a mi Odin

08 June, 2005 01:14  
Anonymous Anonymous said...

jejeje, es este calor infernal de la ciudad que nos pone a destilar talentos :)

somos cucarachas en vaporera :):)

bien!

09 June, 2005 18:06  

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