De infiernos y paraisos...
Pequeños Paraisos
En un principio sabemos, vemos, somos conscientes de muchas mas cosas de las que queremos. Quisiéramos que algunas cosas fueran distintas. Y así construímos la vida dándonos permisos, imponiendo y transgrediendo límites inventados que serán jaulas o alas doradas. Un universo hedonista se levanta a nuestro alrededor, tomamos y dejamos lo que creemos nos conviene para fines efímeros.
Luego, ya enredados en aquella tela de araña que nosotros mismos tejimos, olvidamos la vuelta de la trama y nos confundimos el cielo con la tierra. Vivimos patas para arriba, descreemos de todo, inventamos nuevos dioses y pretendemos que los demás los adoren para reverenciarlos nosotros también. Y aquel mundo a nuestra medida es un remanso que nos atrapa.
Hasta que algún destello de verdad se escapa en algún verso, en otra pintura, en aquella sonrisa o en algún amanecer que nos descubre insomnes. Allí volvemos a despertar en las experiencias místicas.
Y enfrentados nuevamente con la realidad tenemos que elegir:
Seguimos en la farsa o volvemos a creer.
Pequeños Infiernos
Muchas veces aquellos permisos van en detrimento de nuestro ser. Por comodidad, costumbre, miedo o vaya a saber que razón, que mentira, dejamos que los demás elijan por nosotros. Perdemos nuestro espacio y construyen sobre nosotros templos y palacios, paces y guerras. Tolerar pasa a significar "aguantar", soportar brutalidades, burlas, malos tratos. Lo que sería una concesión pasa a ser imposición. Estar en aquel yugo diario, cuerpo presente - mente distante, también nos hace olvidar que la vida es aquí y ahora, que la eternidad se hace momento a momento y que el sacrificio por el sacrificio en si no es mas que un tortuoso y agonizante final sin sentido.
Quizás el dolor alguna vez nos traiga la razón y tengamos que volver a elegir:
Desangro mi ser en esta muerte viviente o Vuelvo a la vida en mi propio camino
El Purgatorio
Al fin volvemos a la consciencia y queremos retomar el rumbo, volvemos a buscar pero ya sin brújula ni guía. Y la intuición libre de condicionamientos será nuestra mejor consejera.
Golpes y mas golpes, pérdidas en todos los ámbitos y verdades crudas, algún apocalipsis ha de estar urdiéndose. Pero la constancia nos demuestra que de aquel fin inexorable se abre un nuevo mundo,
y allí estaremos nuevamente eligiendo, pero libres de condicionamientos y tapujos.
El Tao
Ya no se trata de la búsqueda del paraiso, el nirvana pasa también a ser un estado pasajero.
Diste el salto y superaste toda dualidad.
Ya nada tiene sentido,
Ya nada,
Ya la nada y el todo son lo mismo.
XLVII
Sin salir por la puerta
se puede conocer el mundo.
Sin mirar por la ventana
se puede conocer el camino del Cielo.
Cuanto más lejos se va
tanto menos se aprende.
Por eso el sabio
sabe sin desplazarse,
Entiende sin ver,
Realiza sin hacer.
En un principio sabemos, vemos, somos conscientes de muchas mas cosas de las que queremos. Quisiéramos que algunas cosas fueran distintas. Y así construímos la vida dándonos permisos, imponiendo y transgrediendo límites inventados que serán jaulas o alas doradas. Un universo hedonista se levanta a nuestro alrededor, tomamos y dejamos lo que creemos nos conviene para fines efímeros.
Luego, ya enredados en aquella tela de araña que nosotros mismos tejimos, olvidamos la vuelta de la trama y nos confundimos el cielo con la tierra. Vivimos patas para arriba, descreemos de todo, inventamos nuevos dioses y pretendemos que los demás los adoren para reverenciarlos nosotros también. Y aquel mundo a nuestra medida es un remanso que nos atrapa.
Hasta que algún destello de verdad se escapa en algún verso, en otra pintura, en aquella sonrisa o en algún amanecer que nos descubre insomnes. Allí volvemos a despertar en las experiencias místicas.
Y enfrentados nuevamente con la realidad tenemos que elegir:
Seguimos en la farsa o volvemos a creer.
Pequeños Infiernos
Muchas veces aquellos permisos van en detrimento de nuestro ser. Por comodidad, costumbre, miedo o vaya a saber que razón, que mentira, dejamos que los demás elijan por nosotros. Perdemos nuestro espacio y construyen sobre nosotros templos y palacios, paces y guerras. Tolerar pasa a significar "aguantar", soportar brutalidades, burlas, malos tratos. Lo que sería una concesión pasa a ser imposición. Estar en aquel yugo diario, cuerpo presente - mente distante, también nos hace olvidar que la vida es aquí y ahora, que la eternidad se hace momento a momento y que el sacrificio por el sacrificio en si no es mas que un tortuoso y agonizante final sin sentido.
Quizás el dolor alguna vez nos traiga la razón y tengamos que volver a elegir:
Desangro mi ser en esta muerte viviente o Vuelvo a la vida en mi propio camino
El Purgatorio
Al fin volvemos a la consciencia y queremos retomar el rumbo, volvemos a buscar pero ya sin brújula ni guía. Y la intuición libre de condicionamientos será nuestra mejor consejera.
Golpes y mas golpes, pérdidas en todos los ámbitos y verdades crudas, algún apocalipsis ha de estar urdiéndose. Pero la constancia nos demuestra que de aquel fin inexorable se abre un nuevo mundo,
y allí estaremos nuevamente eligiendo, pero libres de condicionamientos y tapujos.
El Tao
Ya no se trata de la búsqueda del paraiso, el nirvana pasa también a ser un estado pasajero.
Diste el salto y superaste toda dualidad.
Ya nada tiene sentido,
Ya nada,
Ya la nada y el todo son lo mismo.
XLVII
Sin salir por la puerta
se puede conocer el mundo.
Sin mirar por la ventana
se puede conocer el camino del Cielo.
Cuanto más lejos se va
tanto menos se aprende.
Por eso el sabio
sabe sin desplazarse,
Entiende sin ver,
Realiza sin hacer.
7 Comments:
Lei lo que tenia atrasado, lo que me perdi mientras estube internada,esta voz que se manifiesta en cada verso, en cada linea, es balsamo a mis heridas, Tus letras Odin, llegan y restauran ausencias... Por eso te admiro, por la capacidad de hacerme sonreir al placer de leerte...
yo pienso como puede saber una rana del mundo si nunca ha salido de la charca
Paraisos e infiernos colgados en la mente,vividos en el alma y a veces agonico en el cuerpo.
Luego andar con tanto y tan poco.La vida el misterio y mas que se abre ante nosotros.
Besos.
Muy interesante tu disertación sobre los padecimientos humanos, sus sufrimientos, sus gozos y, ante todo, las inminentes e ineludibles encrucijadas que debemos atravezar; nos guste o no, queriendo negarlas o fingiendo aceptarlas, de alguna manera hay que mantener el paso si es que deseamos seguir adelante.
Aunque no comulgo con la idea del “no movimiento” o de diluirme en la nada, lejos de ello, veo que tu sabiduría nace del buen hábito de la observación, nos quedamos viendo lo que pasa a través de tus letras y reflexionamos una y otra vez sobre el mundo que hemos configurado en nuestras cabezas.
Saludos, como siempre, ha valido la pena esperar.
Dicen por ahí, algo que suscribo: El Universo es misterioso insondable.
También dicen que se elige sólo una vez y es ahí cuando decides si vives como hombre común o como guerrero…así a groso modo, la diferencia entre ellos es donde tienen puesta la atención y sobre todo que hacen con lo que ven: con los paraísos y los infiernos, los purgatorios y las puertas del cielo.
…mientras el hombre siga creyendo que lo más importante del mundo es él mismo, se pierde la maravilla, es como el dedo que señala a la luna. Quizás la clave sea entender la vida como un desafío, con sus: paraísos, infiernos, purgatorios y cielos. Somos el compendio de todo eso y más…y menos…
Me encantó tu último mensaje en mi blog. Quisiera dejarte un entrañable abrazote, así “apretao”…
Pedazo de post...
es cierto, vivimos en una sociedad totalmente narcisista, una pena...
Somos idólatras, ególatras, egoistas, insinceros y totalmente vacíos de sentido, pero no todos...
Es cierto q es a esto lo que lleva la globalización, pero por suerte siempre hay excepciones;)
Cuídate, besos y un big abra:
Alma;) (f)
¡Qué buen paseo por una propuesta espiritual! Un psiconalista dsicípulo y retractor de Freud. Se dió cuenta de que el camnio de la esporitualidad podría dar cabida a la exploración incosnciente de una manera más profunda y trascendental. El tao, tal como lo citas, nos enseña algo parecido. Vuelvo a ese psiconalista, Carl. G. Jung y me robo sus palabras para terminar este comentario: "el hombre se ocupó bastante de llegar hasta las estrellas que no se dió cuenta del universo que tiene en su interior".
UN SALUDO PINTORESCO
Post a Comment
<< Home