Destellos

Como un cometa
atravesaste el cielo repentinamente.
Todo se iluminó de una manera distinta;
las cosas tomaban colores nuevos
brillaban y resplandecían
como si con tu luz,
cada una de ellas,
cobrara vida.
Los que habían sido mis luceros hasta aquel día
empalidecieron ante la fuerza de tu energía.
Yo sabía que vendrías
Me preparaba para aquel momento
porque para él había nacido.
Mi ansiedad tornaba difícil
la larga espera,
Sabía el desenlace:
Todo lo que empieza siempre llega a su fin.
No me importaba cual podría ser ese final,
si sería el esperado o no,
si saldría todo bien o mal,
siempre se aprehendería algo.
Fui mineral, vegetal, animal,
Cada cosa en su momento.
Nací, crecí y morí innumerable veces.
Todo giró como debía,
sin siquiera saber
lo que se estaba formando.
Tiempo sobre tiempo
fuí llegando a ese instante
que dura para siempre.
Y así, una noche como tantas otras,
el cielo se transformó
en una gran trampa.
Pero esta vez,
mientras intentaba escapar,
me vi corriendo a tu lado.
Libre.
Iluminando también yo
otros corazones.